¿Algún cosmonauta soviético caminó en la Luna?

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Los estadounidenses eran inteligentes, amaban a su país y tenían buenos científicos alemanes de cohetes. Los soviéticos eran inteligentes, amaban a su país y tenían buenos científicos alemanes de cohetes. ¿Entonces qué pasó?

Parte de esto es simplemente que una gran parte de la Segunda Guerra Mundial se libró en suelo soviético y una gran parte con suministros y armas estadounidenses. Entonces, mientras la infraestructura industrial soviética, que ya estaba en mal estado por razones históricas y políticas, fue diezmada por la guerra, la de Estados Unidos se vio reforzada y aumentada.

Pero aparte de eso, los soviéticos dieron algunos primeros pasos impresionantes y claramente se adelantaron a los esfuerzos de Estados Unidos, al menos en los primeros vuelos tripulados. Pero cuando se trataba del alunizaje, Estados Unidos, bastión del capitalismo y la empresa privada que es, se comprometió a un solo programa controlado centralmente para llegar a la luna. Los soviéticos, comunistas y socialistas que vivieron y murieron por una economía controlada centralmente, lucharon internamente sobre quién haría qué. Extraño, ¿eh?

Paradójicamente, los EE. UU. Vencieron a los soviéticos al lanzar un programa gubernamental más grande y más coherente que los soviéticos (que uno pensaría que habrían sido los líderes preeminentes en los grandes programas gubernamentales).

Korolev solo obtuvo fondos para lanzar satélites y hombres al espacio porque demostró al mundo que podían entregar bombas atómicas. Pero tenía que hacer que sus ingenieros construyeran carreteras y plantas de tratamiento de aguas residuales antes de poder hacerlo, y al igual que Von Braun durante los primeros años del programa espacial de EE. UU., Tuvo que luchar contra la política para obtener recursos sobre otras oficinas de diseño.

Nosotros (los EE. UU.) Dejamos que el orgullo, la competencia interna y, francamente, una falla de visión, nos cueste conseguir al primer hombre en el espacio, pero lo compensamos reuniendo todo el poder de nuestra economía detrás de un solo propósito. Los soviéticos incursionaron tempranamente a través de la acción audaz, el genio y la iniciativa personal, pero si bien Jruschov se apresuró a hacer propaganda con estos logros, simplemente no pudo dedicar el tipo de recursos a un alunizaje que los Estados Unidos podrían.

Y debido a que Kennedy comprometió públicamente a la nación, todos nos unimos a la causa. MIT diseñó las computadoras. Los fabricantes de sostenes trabajaron con expertos en controles industriales para construir el traje espacial Apollo. Los ingenieros aeroespaciales pidieron ayuda a los fabricantes de tablas de surf para fabricar tanques criogénicos.

Los soviéticos llegaron tarde a comprometerse con un alunizaje, luego trataron de hacerlo en secreto para poder fingir que nunca sucedió si no funcionó (lo cual no sucedió, y lo hicieron durante mucho tiempo). Nosotros (los EE. UU.) Comenzamos a trabajar en el motor F1 en 1955 cuando nosotros (y los soviéticos) preveíamos la necesidad de cohetes gigantes para lanzar bombas gigantes. Aunque ese trabajo fue abandonado ya que las bombas se hicieron más pequeñas rápidamente, fue un as en nuestra manga para el alunizaje.

Los soviéticos, por otro lado, habían abordado el mismo problema agrupando motores de cohetes más pequeños y se habían adherido a propulsores hipergólicos tecnológicamente más simples. Que los ponen detrás de una década en la construcción de un motor adecuado para un tiro de luna.

Al final, recurrieron a un fabricante de motores a reacción para diseñar un nuevo motor de cohete grande, y él diseñó uno tan revolucionario que sus principios solo se han generalizado en la última década. Pero realmente no se puede avanzar en la ciencia de los cohetes, y la audacia y el ingenio han llevado a la URSS lo más lejos posible.

Así que esto

convertido en un agujero humeante. Luego lo hizo de nuevo. Y otra vez. Hasta que fue cortado y convertido en edificios de almacenamiento. Incluso si el N1 hubiera sido un éxito, solo podría levantar 2/3 de la carga útil de un Saturno V, o enviar la mitad de la carga útil a la luna. El más ambicioso de los planes lunares soviéticos (y había varios) tenía a un hombre aterrizando solo con un equipo mínimo. Apollo fue diseñado para construir bases lunares, y también podría haberlo hecho si el precio no hubiera sido tan alto.

Sería injusto decir que el comunismo perdió a la URSS en la carrera espacial, aunque la ineficiencia inherente de la economía centralmente planificada ciertamente perjudicó sus esfuerzos para recuperarse de los estragos de la guerra y las purgas de Stalin. Pero, irónicamente, fue la capacidad de Estados Unidos reunir su vasta infraestructura económica y técnica para lograr un objetivo común de planificación central que ganó la luna.

Por otro lado, fue ese control muy central y la carrera hacia la luna lo que aumentó el costo del programa Apollo y nos llevó a abandonar un sistema de exploración espacial perfectamente bueno en favor de un ejemplo clásico de sobre diseño estadounidense (el Shuttle, no delito), treinta años de estancamiento burocrático y la pérdida de dos orbitadores y sus tripulaciones.

Mientras tanto, los rusos siguen fabricando el Soyuz y, hasta hace muy poco, podían poner una libra en órbita más barata que nadie.

Stalin y Hitler determinaron la carrera espacial tan seguramente como el presidente Kennedy. Pero Kennedy descubrió algo de lo que aún podemos beneficiarnos hasta el día de hoy. A pesar de todas sus diferencias, nuestras dos grandes naciones son aún mayores cuando trabajamos juntos.

Mientras tanto, todo el episodio ilustró algo que todos deberíamos tener en cuenta en el nuevo milenio: ninguno de los enfoques del gobierno funciona muy bien cuando se lleva demasiado lejos.