¿Es posible que se descubran civilizaciones antiguas desconocidas hasta ahora?

Es más que absolutamente posible. Además tengo un convencimiento total de que aún hay civilizaciones antiguas desconocidas hasta ahora. Sin ir más lejos hasta hace relativamente poco ~sólo ciento cuarenta años atrás~ se creía que la Guerra de Troya no era más que una fantasía. Un capricho mitológico relatado por Homero. Hasta que alguien que lo leyó y tuvo la constancia de investigar ~Heinrich Schliemann~ descubrió las ruinas de Troya y otros vestigios de civilizaciones que se creían inexistentes.

Si bien es verdad que aún carecemos de pruebas concluyentes de cataclismos y acontecimientos extraordinarios que pueden haber destruido antiguas avanzadas civilizaciones, yo creo que si abordamos con objetividad las tradiciones, los mitos, o las fábulas, así como diversos monumentos y objetos que dejan asombrados a muchos arqueólogos, veremos que tenemos más evidencias de las que creemos.

Hay muchas tradiciones que hablan de reinos desconocidos y evolucionadas civilizaciones desaparecidas en épocas remotas antediluvianas, que no están reconocidas por arqueólogos e historiadores. Pacientemente, los pre-historiadores han podido aventurarse a dar evaluaciones cronológicas bastante precisas. Pero no se encuentra ninguna huella de civilizaciones de un tipo realmente superior antes del nacimiento de los grandes pueblos de Sumer, del Antiguo Egipto ~u otros que se creían mitológicos~ que marcan el inicio de la Historia propiamente dicha.

Estoy no conocemos toda la historia de los antiguos milenios, y no sólo a causa de los cambios geológicos, sino también debido a que los propios seres humanos han destruido sistemáticamente evidencias, tales como la de los manuscritos de los mayas, el incendio de la Biblioteca de Alejandría, la incineración de las tablillas de la isla de Pascua por parte de misioneros cristianos, y otras barbaridades que los hombres todavía continuamos cometiendo.

Todos los pueblos antiguos tienen nostalgia por un desaparecido «paraíso perdido». Se trata de la creencia en una tierra extraordinaria en donde habitan seres sobrenaturales y en la cual son admitidos los mortales que merecen vivir eternamente. Ese paraíso terrenal se ha situado tan pronto en Oriente como en Occidente, según cual fuera la fuente. ¿Es posible encontrar este Jardín del Edén? En las antiguas religiones se habla a la vez de una misteriosa morada de los muertos y de una región accesible a los mortales solo en determinadas condiciones.

Ha habido investigaciones muy curiosas, como las de Margaret Alice Murray (1863 – 1963), antropóloga y egiptóloga británica, quien descubrió en la brujería británica la secreta supervivencia de la más antigua religión, la de las hadas.

En su libro Witch cult in western Europe, escrito en 1921, durante un período en el que no le era posible realizar trabajo de campo en Egipto, diseñó los elementos esenciales de su tesis sobre una resistencia pagana, desconocida para la Iglesia Cristiana, que existió en Europa.

Los paganos de la isla de Irlanda ~por ejemplo~ se organizaban en covens de trece adoradores, dedicados a un dios masculino. En ese orden Murray sostuvo que esas creencias paganas y esa religión, que van desde el periodo neolítico hasta el período medieval, practicaban en secreto sacrificios humanos hasta ser hechos públicos por las cacerías de brujas, alrededor del 1450 d. C.

A pesar de la naturaleza sangrienta del culto descrito por Murray, era atractivo por su punto de vista sobre la importancia de la libertad de la mujer, su sexualidad manifiesta y su resistencia a la opresión de la iglesia.

Los griegos y los romanos nos hablan de los Campos Elíseos, un supuesto reino de las almas privilegiadas, del Jardín de las Hespérides, de las islas Afortunadas, de la isla de Ogygie, una isla mencionada en la Odisea de Homero, donde habitaba la ninfa Calipso, que retuvo al héroe griego Odiseo a su regreso de la Guerra de Troya, y todos los demás mitos… que tal vez sean sólo una exageración de sucesos realmente acaecidos.

Los celtas también hablaban de un país que llamaban “País de los Vivos”, “Tierra de Juventud”, o “Isla de los Héroes”.

En los relatos de viajes irlandeses, se dice que los hombres son tentados por maravillosas mujeres a viajar al País de los Vivos.

Tan grande el poder de estas mujeres, que la magia del druida no puede hacer nada contra esta atracción.

Homero sitúa los Campos Elíseos en un extremo de la Tierra, en un lugar concreto en el cual no existe el invierno, no hay nieve, no llueve nunca, y donde soplan unas dulces brisas oceánicas.

Por otro lado, las almas felices viven en Occidente, en las paradisíacas islas Afortunadas, situadas a 10.000 estadios al oeste de África, lo cual, quizá, permite relacionarlas con las Canarias, que poseen un maravilloso clima eternamente primaveral.

Según la mitología griega, las Hespérides eran las mélides, o ninfas de árboles frutales, que cuidaban un maravilloso jardín en un lejano rincón del occidente, que la tradición situaba cerca de la cordillera del Atlas en el Norte de África al borde del Océano Atlántico, que se supone circundaba el mundo.

Según el poeta griego-siciliano Estesícoro, en su poema la Canción de Gerión, y el geógrafo griego Estrabón, en su libro Geografía, las Hespérides estaban en Tartessos, un lugar situado en el sur de la península Ibérica. Tartessos fue el nombre por el que los griegos conocían a la que creyeron primera civilización de Occidente.

Posible heredera del Bronce final atlántico, se desarrolló en el triángulo formado por las actuales provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz, en la costa suroeste de la península ibérica, así como en la de Badajoz durante el Bronce tardío y la primera Edad del Hierro.

Apolonio de Rodas, por su parte, situaba el jardín cerca del lago Tritón, en Libia.

En la época romana, el Jardín de las Hespérides había perdido su lugar en la religión, reduciéndose a una convención poética, forma en la que fue resucitado en la poesía renacentista, para aludir tanto a un jardín como a las ninfas que moraban allí.

Normalmente las Hespérides eran tres en número. A veces eran retratadas como las hijas vespertinas de Nix (la Noche). Según otras fuentes eran hijas de Atlas o de Zeus y bien Hésperis o Temis, o de Forcis y Ceto. Eritía (‘la roja’) era una de las Hespérides. Este nombre se aplicaba a la isla cercana a la costa del sur de Hispania que fue la ubicación de la colonia púnica original de Gades, actual Cádiz.

Plinio el Viejo dice sobre esta isla de Gades: «En el lado que mira hacia Hispania, a unos 100 pasos de distancia, hay otra isla larga, de unas 3 millas de ancha, sobre la que estuvo la ciudad original de Gades. Por Éforo y Filístides es llamada Eritea, por Timeo y Sileno Afrodisias, y por los nativos la Isla de Juno». La isla era el hogar del gigante Gerión, que fue derrotado por Heracles.

El Jardín de las Hespérides es el huerto de Hera en el oeste, donde un único árbol o bien toda una arboleda daban manzanas doradas que proporcionaban la inmortalidad. Los manzanos fueron plantados de las ramas con fruta que Gea había dado a Hera como regalo de su boda con Zeus. A las Hespérides se les encomendó la tarea de cuidar de la arboleda, pero ocasionalmente recolectaban la fruta para sí mismas. Como no confiaba en ellas, Hera también dejó en el jardín un dragón de cien cabezas llamado Ladón como custodio añadido.

Después de que Heracles completase sus primeros diez trabajos, Euristeo le asignó dos más, afirmando que no contaban ni el de la Hidra, porque le había ayudado Yolao, ni el de los establos de Augías, porque fue pagado por él, o porque los ríos hicieron el trabajo. El primero de estos dos trabajos adicionales fue robar las manzanas del Jardín de las Hespérides. Sin saber el camino, el héroe marcha a través de Grecia. En Macedonia encuentra a un bandolero llamado Cicno, hijo de Ares (Marte), al que mata para librar a los viajeros. Heracles capturó primero al anciano del mar, Halios Geron, el dios marino que cambiaba de forma, para saber dónde estaba ubicado dicho jardín. En algunas variantes Heracles conoce, al principio o al final de su trabajo, a Anteo, quien era invencible siempre que estuviese en contacto con su madre, Gea, la Tierra. Heracles lo mató sujetándolo en vilo y aplastándolo con un fuerte abrazo.

Heródoto afirma que Heracles se detuvo en Egipto, donde el rey Busiris decidió hacer de él su sacrificio anual, pero Heracles rompió sus cadenas. Llegando finalmente al Jardín de las Hespérides, Heracles engañó a Atlas para que recuperase algunas manzanas de oro, ofreciéndose a sujetar el cielo mientras iba a buscarlas. Al volver, Atlas decidió no aceptar los cielos de vuelta, y en su lugar se ofreció a llevar las manzanas a Euristeo él mismo, pero Heracles volvió a engañarlo aceptando quedarse en su lugar a condición de que Atlas sujetase el cielo un momento para ponerse su capa más cómodamente. Atlas accedió, y entonces Heracles tomó las manzanas y se marchó. Hay otra variante de la historia en la que Heracles era la única persona que robaba las manzanas, además de Perseo, si bien Atenea las devolvía luego a su lugar correcto en el jardín. Eran consideradas por algunas las mismas «manzanas de dicha» que tentaron a Atalanta, frente a la «manzana de la discordia» usada por Eris para provocar un concurso de belleza en el Olimpo, que terminaría dando lugar a la Guerra de Troya.

En el Renacimiento, las Hespérides volvieron a su posición destacada, y el jardín tomó el nombre de sus ninfas. El poeta y ensayista inglés John Milton mencionó a las «señoras del Hespérides» en El paraíso recobrado, así como también en El paraíso perdido.

Saturno, o Cronos, fue relegado por Zeus a los extremos de la Tierra, lejos del Olimpo, pero todavía reina aquí entre los héroes admitidos, por un insigne privilegio, en las islas de los Bienaventurados, donde «la fertilidad del suelo hace florecer tres veces al año el árbol de los frutos suaves».

Los griegos suelen situar las islas de los Bienaventurados, o Paraíso Terrenal, en las regiones hiperboreales, que era una región situada en las tierras septentrionales aún desconocidas, al norte de Tracia.

Allí es donde Píndaro, uno de los más célebres poetas líricos de la Grecia clásica, sitúa el antiguo país de los Gorgonas, que eran tres monstruos que se llamaban Esteno, Euríale y Medusa. Las tres eran hijas de las divinidades marinas Forcis y Ceto.

Asimismo era considerado el refugio de los Bienaventurados, la región de la felicidad y de la belleza terrenales. Se baraja la posibilidad de un origen celta en esas creencias. Entre celtas encontramos también la idea de una reencarnación de las almas.

Lucain, poeta latino autor de la Farsalia, dice que los druidas enseñaban que «las almas no bajan a las silenciosas moradas de Erebo, ni al reino subterráneo del tenebroso Plutón, sino que el mismo espíritu anima los cuerpos en otro mundo».

Sin embargo, hay que observar que las tradiciones celtas también se valen de lugares maravillosos poblados de seres inmortales, de hombres que han escapado de la necesidad física de envejecer y morir. Los celtas de Gran Bretaña e Irlanda nos describen de esta forma la Gran Ribera, el País de los Vivos, la Llanura de las Delicias, la Isla de los Héroes, o la Tierra de Juventud.

Esta región misteriosa, generalmente de límites poco claros, se llama también Iberia, o sea, «occidental», en el sentido etimológico de esta palabra, pues se halla bastante lejos en dirección al Oeste, al otro lado del inmenso océano. Según las leyendas celtas, dos caminos llevaban al Paraíso terrenal. Uno eran las vías subterráneas, cuya entrada se encontraba dentro de ciertas cavernas misteriosas; otro era un itinerario marítimo, de acceso bastante peligroso, para el cual uno tenía que tomar, en puntos determinados de las costas, unos navíos divinos o a veces un caballo marino que conducían los muertos.

A este respecto, existen hermosas leyendas irlandesas sobre el País de los Vivos, poblado de radiantes criaturas femeninas, que a intervalos eligen sus esposos de entre los hombres. Ello recuerda mucho los relatos sobre las hadas. El País de los Vivos designaría una isla o tierra atlántica misteriosa que, según la enseñanza druídica, fue el lugar de origen de los hombres.

En la leyenda del manuscrito Echtra Condra Cain, este lugar se identifica con el País del Victorioso, donde no se conoce ni la muerte ni la vejez. En el Echtra Condla Cain, o aventuras de Condla el Hermoso, vemos cómo el rey de Irlanda Condla el Hermoso o el Rojo, que se supone reinó desde el 123 al 157 d. C., se encuentra de súbito ante una mujer extrañamente vestida, cuando se dirigía en compañía de su padre al monte Usnech.

Al ser interrogada, la extraña criatura respondió al joven: “Vengo del País de los Vivos donde no conocemos ni la muerte, ni la vejez, ni la infracción de la ley; donde siempre estamos de fiesta, donde practicamos todas las virtudes sin desavenencias. Vivimos en grandes colinas, de donde vienen el nombre de Aes Side (Pueblo de las Colinas)“. Condla acabó por seguir a la mujer en una canoa «de cristal», según una versión de esta tradición.

Según otra leyenda, el mago Merlín también habría partido hacia su última morada en una mansión de cristal flotante.

En cuanto al rey Arturo, se decía que aún vivía, convertido en inmortal, en una isla y una ciudad «de vidrio», de cristal puro. Según las tradiciones irlandesas, esas islas de Juventud o «islas Verdes», estaban situadas muy lejos, hacia el Oeste, en el Atlántico, allende los grandes mares. En el Ciclo Mitológico de literatura irlandesa temprana, Midir era un hijo del Dagda del Tuatha Dé Danann.

Después de que los Tuatha Dé Danann fuesen derrotados por los Milesianos, fue a vivir al sidh de Brí Léith La localidad irlandesa de Bri-Leith se dice haber sido una de las «salidas» por las cuales los dioses de ultramar se comunicaban con la isla de los Gaels.

Asimismo, el fondo de ciertos lagos irlandeses pudieron servir, en otro tiempo, de puertas de comunicación entre la superficie terrestre y la morada encantada.

La idea de un acceso directo a otro mundo, distinto del nuestro pero igualmente concreto, llegó a ser posterior.

Esta fue uno de los temas favoritos de científicos como Stephen Hawking, que escribía sobre los «universos paralelos», es decir, la existencia de niveles de realidad más o menos distintos del que conocemos.

“Nuestro universo es uno entre muchos. Pero el número total de universos es finito. Y los múltiples universos existentes son similares entre ellos.” Esta fue la visión final del cosmos que desarrolló Stephen Hawking en sus últimos meses antes de morir y que se publicó póstumamente en la revista «Journal of High Energy Physics».

Y que a la larga hallaremos.

Él una vez dijo: “El universo no sería mucho si no fuera el hogar de la gente que te ama”.

FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA ONLINE:

  1. “Un Hombre Llamado Schliemann y un Sueño Llamado Troya” https://upcommons.upc.edu/bitstr...
  2. “El Hombre de Troya” (Autobiografía de Heinrich Schliemann) http://www.interfolio.es/Clasico...
  3. Heinrich Schliemann y el sueño por descubrir Troya
  4. Mitos Sumerios Y Acadios - Federico Lara Peinado.pdf
  5. https://www.planetadelibros.com/...
  6. http://www.mercaba.org/SANLUIS/A...
  7. http://www.iesjovellanos.com/arc...
  8. http://biblio3.url.edu.gt/Libros...
  9. http://iesdionisioaguado.org/joo...
  10. Las Hadas: 10 datos para conocer a estos seres mitológicos #Conteo40
  11. Elysium, el lugar en que las "sombras" griegas pasaban la eternidad
  12. https://libreriadespertar.files....
  13. Mitos y Leyendas
  14. http://www.librosmaravillosos.co...
  15. Stephen Hawking y su teoría: No vivimos en un universo infinito


Esta información fue tomada del sitio web Quora. Haz clic aquí para visitar el original.

Unas civilizaciones antiguas y desconocidas del día de hoy.

#Historia #Sociedad #Quora

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6 Comments
Nicolas Antonio Ayon Trelles
TE FALTO TODA AMÉRICA Y ASIA DONDE PUEDEN HABER "CIVILIZACIONES" POR DESCUBRIR
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Mar 3, 2023 8:07PM
Victor Caceres Febres
Definitivamente han existido otras civilizaciones que aún no se han descubierto y otras que sus rastros el tiempo de los tiempos los guarda.
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Jul 31, 2021 11:30PM
Susana Letellier
Creo que sí, debe haber civilizaciones antiguas aún no descubiertas . También creo en los universos paralelos . Excelente información , gracias .
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Mar 2, 2019 11:36AM
Hector Leonardo Espinosa Rojas
Muy buena historia universal, gracias !!
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Feb 22, 2019 9:49PM
Alvaro Adn
Excelente recopilación històrica, pero no contesta la pregunta del tìtulo del artìculo. Creì que tratarìa sobre el lado oscuro de la humanidad. 200 mil años mìnimo de existencia del ser humano y el por què la civiliaciòn que conocemos tiene menos de 15,000 años. ¿Que sucediò en esos 185,000 años? ¿Cuántas civilizaciones existieron? ¿Què tecnologìas utilizaron o desarrollaron?. En fin, esò creì que tratàba este artìculo.
0
Feb 21, 2019 3:41PM
Eduardo Mercado Garibay
¡¡Excelente información!!! Gracias
0
Jan 9, 2019 2:24PM

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