Usamos cookies y coleccionamos alguna información sobre ti para realzar tu experiencia de nuestro sitio web; usamos servicios de terceros para proporcionar rasgos de medios sociales, personalizar contenido y anuncios, y asegurarnos que la página web funciona correctamente. Aprender más sobre las cookies en Quizzclub.
Y hay muchas imágenes (no fotos, pues no existían en su época, sino pinturas y grabados) en las que no apoyaba su mano ni en pecho ni en abdomen, basta hacer una búsqueda por internet para comprobar que no era en “casi todas sus «fotos»”.
Pero hay una explicación para que su imagen más icónica sea con esa pose: era costumbre elegante en su época.[1]
Fragmento del libro “Las Reglas del Decoro y la Urbanidad Cristiana”:
Capítulo XI. De la espalda, de los hombros y del codo. (…) Es un defecto cruzar los brazos sobre el pecho, entrelazarlos detrás de la espalda, dejarlos pender con indolencia, balancearlos al caminar, so pretexto de alivio; el uso quiere que si uno se pasea sin un bastón en la mano, el brazo que está sin apoyo esté posado ligeramente junto al cuerpo, y que reciba un movimiento casi imperceptible, sin por ello dejarlo caer de lado; si no se tiene bastón, ni manguito (5), ni guantes, es bastante común posar el brazo derecho sobre el pecho o sobre el estómago, poniendo la mano en la abertura de la chaqueta, en ese lugar, y dejar caer la izquierda doblando el codo, para facilitar la posición de la mano, bajo el faldón de la chaqueta.
Y no sólo lo hizo Napoleón, sino que era una pose bastante frecuente en muchas épocas:
Los estudios en "free-running" consistentes en aislar a individuos de estímulos externos para conocer el carácter periódico de los ritmos biológicos han demostrado ya hace décadas que de forma natural:
Usamos cookies y coleccionamos alguna información sobre ti para realzar tu experiencia de nuestro sitio web; usamos servicios de terceros para proporcionar rasgos de medios sociales, personalizar contenido y anuncios, y asegurarnos que la página web funciona correctamente.