Yago es un personaje de la tragedia Otelo, de William Shakespeare. Servidor y confidente de Otelo, Yago odia al moro y envidia el amor que Desdémona siente por él; durante toda la obra trama un complejo plan para engañar a Otelo, haciéndole creer que su mujer le es infiel con Casio, su lugarteniente, dando así lugar al intenso drama pasional que motiva la obra.

Yago es el traidor y astuto demonio que disfrazado de amigo del amor se oculta en todos los amantes –hasta en los más nobles- con el ansia secreta de perturbar su calma y corroer su sentimiento. Es el cáncer que susurra al oído del enamorado esperando la ocasión de ser escuchado y reproducirse. Es astuto, mezquino y mordaz, amigo del cinismo, la duda y la desconfianza, peligroso enemigo del amante… y en manos de Shakespeare un gran personaje con ingenio a raudales. Él, el gran personaje de la obra, sabe que, la duda, la incertidumbre y la ansiedad son tal, que preferimos pensar lo peor a mantener la imborrable y corrosiva sospecha. Sabe que en esa situación de locura la más mínima nimiedad puede convertirse en prueba, y unos gestos inocentes en una burla y confesión.

Siniestro por su duplicidad y su perseverancia, Yago es tan importante en el desarrollo de la obra como el mismo Otelo, y de hecho sus parlamentos superan en longitud a los de éste; con 1097 líneas, el suyo es el tercer texto más largo de los personajes shakespearianos, superado solo por Hamlet y Ricardo III.

Más información: www.sopadelibros.com