El papel higiénico es uno de los productos básicos y de primera necesidad que están presentes en todas las viviendas, por lo que su uso no puede ser más frecuente ni estar más normalizado.

Tanto es así que son pocas las personas que se paran a pensar si han colocado el papel higiénico de la manera correcta en el típico portarrollos.

¿Por encima o por debajo?

Fue en 1871 cuando se inventaron los rollos de papel higiénico perforados. Ese año, Seth Wheeler presentó una patente por su innovador diseño, y volvió a presentar otra por una versión perfeccionada de su invento en 1891.

El diagrama ilustrado de la patente de Wheeler de 1891 muestra la forma en el que el papel higiénico estaba pensado para usarse originalmente. Según la imagen, parece que el extremo el papel se diseñó para colgar por encima—y no por debajo—del rollo.

Este método facilita agarrar y cortar la cantidad deseada sin tocar el resto del rollo, lo cual es crucial para evitar la transferencia de gérmenes y mantener el papel lo más limpio posible.

Ya que en la mayor parte de las superficies de un baño se encuentran bacterias, sobre todo, p. coli de las heces humanas, una fuente común de intoxicación alimentaria, tal y como recogen desde Inc. Estas bacterias se transmiten fácilmente desde las superficies a las manos y, de ahí, a cualquier otro lugar que se toque.

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