Entre los dioses de Mesopotamia, en la mitología Sumeria, sobresale sin duda Anu el Dios del cielo, se le reconoce como el padre de los dioses y el fundador de la dinastía divina lo que indudablemente le merece un lugar privilegiado y es de los principales protagonistas de la mitología Mesopotámica.

Es una de las divinidades más antiguas del Panteón Sumerio donde se le reconocía con el nombre de An y es incluido en la triada sumeria que da punto de referencia a los grandes dioses

Respecto al origen de Anu se dice que sus padres eran los representantes de los dos horizontes, uno equivalía a los límites del cielo y el otro los de la tierra, estos seres se unieron para darle vida a este magnifica deidad a la que se le asigna el poder de juzgar a quienes infringían todo aquello que interpretara como una ley, además de regir el calendario y las estaciones. Otra leyenda se limita a asegurar que sus padres fueron Anshar y Kishar y que gracias a esto dispone del poder de los cuatro vientos.

Se decía que solo los soberanos podían acudir a él; respecto a sus atributos, tradicionalmente se relaciona con un cetro, una diadema, el tocado y un báculo, asimismo las estrellas del firmamento eran señaladas como su ejército.

A este dios se le asigna el número sagrado 60 y en cuanto a la astronomía se le identifica con el Camino de An, es importante decir que no debe ser confundido con la diosa de la mitología celta llamada también Anu y que en ese caso representa la fertilidad.

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