Elías fue un hombre de Dios, sujeto a pasiones como todos los hombres, fue el profeta que escuchaba la voz de Dios y ésta fue la razón por la cual confrontó al hombre más poderoso del momento, Acab rey de Israel y en esa confrontación hizo caer fuego del cielo.

Elías oró para que no lloviese sobre la tierra y hubo una gran sequía duró 3,5 años, luego volvió a orar porque haya lluvia y esta sobrevino en toda la tierra.

Elías confrontó a los falsos dioses personificados por los profetas de Baal, pero antes atrajo a una gran multitud donde hizo que el pueblo eligiera entre Jehová, Dios único y verdadero o los falsos dioses y luego enfrentó a los profetas de la mentira.

Hubo una confrontación entre los falsos profetas y Elías quien se mostró como un restaurador y adorador incondicional del Señor, ya que cuando le tocó actuar a él, llamó al pueblo para que se acerque y lo primero que hizo fue restaurar el altar que estaba arruinado y lo restauró con 12 piedras que simbolizaban las 12 tribus de Israel.

Elías sabía que toda la gloria es del Señor y así lo hacía saber a todos los convocados, de esta forma y una vez restaurado el altar, pidió al Señor que le respondiera para que el pueblo conozca al verdadero Dios y éste envió fuego en señal que aceptaba el sacrificio realizado por su profeta.

Aquí hay unos principios: 1° la gloria es del Señor, 2° hubo un sacrificio, 3° antes de solicitar la ayuda de Dios, Elías restauró el altar.

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