Peniel significa “Rostro de Dios” y designa un lugar al lado este del río Jordán y fue dado por Jacob después de la noche en que luchó con un varón de Dios y Jacob dijo: “Vi a Dios cara a cara y fue librada mi alma”.

Peniel es el lugar donde Jacob, pasó aquella famosa noche, es el lugar donde Dios cambió su vida. Jacob ya conocía a Dios, digamos que en cierta forma había heredado tal conocimiento de su familia paterna, pero no sólo se trataba de una fe aprendida por las instrucciones de la infancia, sino que, él mismo había visto ángeles de Dios otras veces, especialmente en los últimos veinte años; había aprendido a adorar a Dios edificando altares para él; pero aquella noche en particular, las Escrituras nos dicen que Jacob oro así:

“Dios de mi padre Abraham y Dios de mi padre Isaac, Jehová, que me dijiste: vuélvete a tu tierra y a tu parentela y yo te haré bien; menor soy que todas las misericordias y que toda la verdad que has usado para con tu siervo; pues con mi callado pasé este Jordán y ahora estoy sobre dos campamentos. Líbrame ahora de la mano de mi hermano, porque le temo; no venga acaso y me hiera la madre con los hijos. Y tú has dicho: yo te haré bien y tu descendencia será como la arena del mar, que no se puede contar por la multitud”

El motivo de esta oración tan particular obedecía al inevitable encuentro, evitado durante 20 años, con su hermano Esaú, a quien había engañado en su juventud y quien había jurado darle muerte como venganza por ello.

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