La revolución farroupilha, también conocida como La Guerra de los Farrapos, (farrapos en portugués significa “harapos” y “harapiento”, pordiosero) que fue el displicente apelativo que las autoridades brasileñas dieron a los independentistas de la región sur se desarrolló entre el 20 de setiembre de 1835 y el 1 de marzo de 1845.

Fue un conflicto a través del cual, el hoy Estado de Rio Grande do Sul, buscaba la separación de la estructura del imperio de Brasil. En ese periodo, Rio Grande do Sul se tornó en una república independiente, la denominada “República Riograndense”, y que tuvo como presidentes a Bento Gonçalves da Silva y Gomes Jardím.

Era una república con una historia definida, con arraigadas costumbres y con una penetrante cultura gaúcha, que día a día se incrementa gracias al orgullo que siente por ella toda su población. Este fue un extenso y arduo conflicto armado; pues fue una guerra que duró diez años y que los riograndenses estuvieron a punto de ganar.

Esta conflagración se originó además por otros motivos, como el descontento con el centralismo político del gobierno imperial, los excesivos impuestos y la búsqueda de mayor autonomía para las provincias. En setiembre de 1835 los revolucionarios al mando de Bento Gonçalves tomaron Porto Alegre e hicieron huir a las tropas imperiales; posteriormente obtuvieron otras victorias antes de la derrota.

En 1945 se firmó un acuerdo poniendo fin a la contienda y Rio Grande do Sul se reintegró a Brasil.

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