En la Antigua Grecia, los Juegos Olímpicos fueron una serie de competiciones atléticas disputadas por representantes de diversas ciudades-estado griegas a partir del año 776 a. C.

Los Juegos Olímpicos se disputaban normalmente cada cuatro años o una olimpiada. Durante la celebración de la competición se promulgaba la ékécheiria o tregua olímpica, para permitir a los atletas viajar en condiciones de seguridad desde sus ciudades hasta Olimpia.

Los antiguos Juegos Olímpicos fueron bastante diferentes de los modernos; había menos eventos y solo los hombres libres que hablaban griego podían competir, además de que se celebraban siempre en el mismo lugar.

Cuando los niños varones griegos libres cumplían doce años de edad ingresaban en la palestra, donde se les enseñaba a desarrollar los músculos y a controlar los nervios. A los dieciséis años entraban al gimnasio, donde los griegos realizaban ejercicios físicos y atletismo. Los gimnasios contaban con una pista y lugares de ejercicio al aire libre entre los bosques. A los veinte años los griegos concluían su formación deportiva donde se les entregaban las armas y estaban capacitados para participar en los Juegos Olímpicos.

Por fuentes antiguas, entre los participantes más célebres se encuentra Alejandro Magno, que participó siendo adolescente, siglo IV a. C.,​ en carrera de carros.

Los últimos Juegos Olímpicos de la Antigüedad se celebraron en el 393 d. C., casi doce siglos después de sus comienzos.

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