En la historia de EE. UU. existe un destacado influjo de la Reforma protestante. Al nuevo continente se dirigieron en 1620, a bordo de un pequeño velero de altas bordas llamado Mayflower. Por eso fueron llamados los Peregrinos del Mayflower o los Padres Peregrinos.

Cuando los viajeros del Mayflower decidieron poner rumbo a Nueva Inglaterra, ya había dos colonias establecidas y organizadas en el territorio. Por un lado estaba Virginia, organizada y administrada por la Compañía de Londres y la Compañía de Plymouth, que lograron afianzar un grupo de colonos y fundar Jamestown. Por el otro, se encontraba la colonia de Maryland, fundada por Lord Baltimore, compuesta al principio por católicos que huían de las persecuciones en Inglaterra.

Mientras Virginia y Maryland luchaban por sobrevivir en medio de un ambiente hostil, los tripulantes del Mayflower planeaban buscar una nueva tierra de provisión en donde disfrutar de libertad de culto.

Una parte significativa de los tripulantes del Mayflower eran de religión puritana o no conformista. La Iglesia de Nueva Inglaterra, un hibrido entre las tradiciones católicas y algunas doctrinas protestantes, no satisfacía a muchos súbditos ingleses. Su intención era purificar la iglesia.

La persecución de la monarquía inglesa hacia estos grupos fue constante desde el reinado de Isabel I, pero se acrecentó en tiempos de Jacobo I hasta el punto que muchos pensaron en abandonar la Isla.

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