Los textos sumerios antiguos se refieren a los anunnaki como los que descendieron del cielo, los de sangre real y semillas de Anu.

Una raza de seres extremadamente poderosos y avanzados que diseñaron la humanidad cientos de miles de años atrás.

Según el relato de esta mitología, el duodécimo planeta conocido como Nibiru, estaba poblado por humanoides muy similares a nosotros los seres humanos.

Posteriormente se encontraron con un problema en su atmósfera y lo abandonaron con el fin de encontrar oro para resolver ese problema de su planeta.

Cuando Nibiru se acercó a la orbita de la Tierra hace 432 000 años los Nibiruanos se establecieron en la antigua Mesopotamia para extraer el precioso metal de las minas que ellos mismos construyeron, pero debido a que ejecutar ese trabajo era pesado, los nibiruanos usaron a los anunakis para hacer el trabajo por ellos, siendo tratados como esclavos a pesar de que sus características físicas e intelectuales se imponían a nuestros actuales estándares humanos.

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