El triple fusilamiento de un emperador, un presidente y un general el 15 de julio de 1867 es lo que le dio un lugar en la historia nacional al “Cerro de las Campanas”.

El Cerro de las Campanas es una colina ubicada en la Ciudad de Querétaro, Estado de Querétaro, en México, consta de una superficie de 58 hectáreas. Su nombre se debe al sonido semimetálico, similar al emitido por campanas, producido por rocas al chocar entre sí o por golpes con objetos metálicos, por ello se les denomina fonolitas, que significa «piedras sonoras».

Maximiliano José María de Habsburgo fue el segundo emperador de México, Miguel Miramón, ex-presidente de México, y Tomás Mejía, un militar conservador nacido en el pueblecillo Pinal de Amoles, Querétaro, en el seno de una familia indígena.

Maximiliano entregó su espada al general Escobedo, al mando del ejército republicano lo cual significaba su total rendición. Fueron juzgados en el Teatro de la República por un tribunal de guerra, encontrados culpables y sentenciados a fusilamiento.

Dieciocho soldados finiquitaron cinco años de intervención francesa y el gobierno de un extranjero. Divididos en tres grupos, los fusilaron en la ladera del oriente, a unos 350 metros de donde se habían rendido.

Los 3 fueron enterrados en este mismo lugar donde se colocó una cruz sobre la tumba de cada uno de ellos, por lo que este cerro se conoció por un tiempo como el Cerro de las Tres Cruces.

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