Los chasquis eran los mensajeros en el imperio incaico. Formaban parte del sistema de comunicaciones para lo cual eran seleccionados desde muy pequeños.

Tenían que tener cualidades muy especiales, como un físico muy atlético, piernas fuertes, ligeras y ágiles, pulmones particularmente buenos con la capacidad de correr a grandes velocidades. La comunicación del imperio inca dependía de ellos.

Para soportar el frio, el hambre y la sed masticaban hojas de coca. Le llamaban a estas hojas "planta divina", los amautas (profesores) y los nobles también lo usaban para aprovechar estas cualidades.

Llevaban los mensajes anudados en los "quipus", los que contenían registros oficiales y otra información. De este modo el inca podía saber sobre alguna sublevación.

Este trabajo lo hacían corriendo a una velocidad de 2,4 km. por hora en un tramo comprendido entre un tampu (parada o destino) a otro tampu, luego el mensaje era entregado a otro chasqui, el que corría al siguiente tampu donde esperaba su relevo. De este modo podían abarcar grandes distancias.

Se calcula que un mensaje podía recorrer 320 km. en un día aproximadamente.

Los chasquis eran según los cronistas cuatro veces más rápidos que los mensajeros de la antigua Roma, y en tramos no siempre rectos.

En 1532 cuando los españoles conquistaron el imperio incaico, quedaron impresionados por la eficiencia de estos hombres, de modo que este sistema de comunicaciones continuó hasta la época del virreinato en el Perú.

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