La imagen corresponde a la obra «Allá cuelga mi vestido o Nueva York».

Se trata de un óleo y collage sobre fibra dura que hoy se expone en la Galería Hoover de San Francisco, California.

Frida la inició en 1933 durante su permanencia en Nueva York y lo finalizó, ya de regreso, en México.

Frida quería desesperadamente volver a su México nativo, en tanto que Diego Rivera estaba fascinado con Estados Unidos y no quería irse.

Del conflicto surgió esta pintura.

Este, el único collage en la obra de la artista, representa un retrato irónico del capitalismo norteamericano. Lleno de simbolismos de la sociedad industrial moderna, muestra lo que entendía como destrucción de los valores humanos fundamentales.

En esta pintura toma un punto de vista opuesto al de su marido que expresaba su admiración por el progreso industrial en el mural que estaba realizando en el Rockefeller Center.

Lo que falta en esta pintura es el centro de casi todos sus cuadros: ...ella misma.

En lugar de hacer su autorretrato, su vestido de Tehuana cuelga vacío en medio del caos que se ve en fondo.

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