Salvador Dalí (1904-1989), fue un pintor, escultor y pensador catalán, considerado una de las figuras más representativas del panorama artístico del siglo XX.

Se inició con el movimiento impresionista, pero pronto conoció la obra de Picasso y se pasaría al cubismo, al visitar París, se unió a la corriente surrealista de Breton. Su obra se caracterizó por explotar al máximo la abstracción y particular simbolismo del artista en beneficio de su mundo subconsciente.

Después de la Guerra Civil, durante la cual Picasso se mantuvo en posiciones antifacistas, la relación entre los dos artistas se enfrió. El retrato de Picasso que hizo Dalí revela cómo había cambiado la opinión que tenía del artista malagueño.

Es un óleo sobre lienzo de 64.1 x 54.7 cm, pintado en 1947. Actualmente se conserva en la Fundación Gala-Salvador Dalí.

El retrato presenta una imagen de animal o monstruo, cuyas partes del rostro se alargan y deforman hasta hacerlo irreconocible. Dalí coloca el busto sobre un pedestal de estilo clásico, que representa el estatus del artista.

Dalí transforma la apariencia real de Picasso con símbolos poco halagadores.

El cerebro extendido adoptando la forma de un camaleón que engulle la inspiración para su obra. Parece una burla en toda regla, cerebro derretido, pechos flácidos y caídos, el clavel rojo como símbolo de lo vulgar. Es un retrato que traspasa lo daliniano y se acerca al arte picassiano.

Juan Gris, hizo su versión de un Retrato de Picasso en 1912

Más información: www.artehistoria.com