La incredulidad de Santo Tomás (Incredulità di San Tommaso), es un cuadro de Caravaggio, que fue pintado para los Giustiniani en 1602. Es una pintura de estilo barroco, pintada al óleo sobre un lienzo de 107 cm x 146 cm. El cuadro se ubica actualmente en el Palacio de Sanssouci, Potsdam, Alemania.

El cuadro muestra a Cristo resucitado ante sus discípulos, pero Tomás se niega a creer, por lo que Jesús le ofrece que toque sus heridas. El naturalismo típico de Caravaggio se hace presente, al mostrar al santo como un incrédulo. Las luces, contribuyen a enfocar más la figura y a dotarla de realismo.

Caravaggio pintó otra de sus grandes obras maestras entre tinieblas, realiza una escena fascinante, con una magnífica composición donde todas las miradas convergen en la llaga de Jesús.

Creador del tenebrismo o "caravaggismo", el artista plasma un intenso efecto lumínico donde los motivos aparecen fuertemente contrastados con luces intensas y oscuridades profundas.

La violencia, el realismo y el marcado contraste entre luces y sombras, característico de sus cuadros, son el reflejo de la una existencia convulsa marcada por peleas, borracheras, denuncias y juicios con condena a muerte.

Pedro Pablo Rubens, pintó un tríptico con el mismo tema; La Incredulidad de Santo Tomás ("Tríptico o Retablo de Rockox"), pintado entre 1613 y 1615. Fue un encargo de Nicolaas II Rockox y su esposa Adriana Perez. Conservado actualmente en el Museo Real para Bellas artes en Amberes.

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