Giotto di Bondone nació en Colle di Vespignano, actual Italia, en 1267 y murió en Florencia en 1337. Fue un arquitecto y pintor italiano. Fue el primer creador italiano en superar las tendencias bizantinas y explorar unas orientaciones que acabaron por desembocar en la gran revolución artística del Renacimiento.

La obra más antigua que se le atribuye son los frescos de la iglesia superior de Asís, en concreto la Historia de San Francisco pero aunque está documentada con seguridad la presencia de Giotto en Asís hacia 1290, pero hay demasiadas diferencias estilísticas entre esta obra y otras asignadas con seguridad al maestro.

En 1304 Giotto se trasladó a Padua para pintar los frescos que la familia Scrovegni le encargó en una capilla de su propiedad. Los frescos de esta capilla, denominada de los Scrovegni o de la Arena, incluyen un Juicio Final (muro oeste), una Anunciación (arco del presbiterio) y escenas de la vida de la Virgen María y de la Pasión de Cristo (muros restantes), bajo los cuales figuran personificaciones de virtudes y vicios pintadas en grisalla con objeto de crear efectos de relieve.

A partir de 1317, el maestro trabajó en Florencia, en la decoración de dos capillas de la iglesia de la Santa Croce.

Giotto trabajó para Roberto de Anjou, en Nápoles, y para los Visconti, en Milán. La obra más relevante de los últimos años de su vida fue el Campanile de la Catedral de Florencia, del que trazó los planos y comenzó la construcción.

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