David Jung, fundador de la compañía de fideo chino denominada “Hong Kong Noodle Company” en Los Ángeles, se le atribuye el invento en el año 1918.

Se dice que el diseñador nipón Makoto Hagiwara del Jardín Japonés del Té del Golden Gate, en San Francisco, la había comenzado a diseñar en el año 1909, pero no pudo patentarla.

Una vez que las galletas han sido horneadas durante un minuto en el horno, inmediatamente son marcadas por unas puntas de acero. Aquí es donde ocurre la magia. El aparato introduce pequeños papelitos de la fortuna en cada una de las galletas a la vez que les da la forma de doble cono.

Su pared delgada y crujiente que ha sido horneada, lleva en su interior una pequeña tira de papel con palabras de sabiduría o profecías.

Según una creencia popular para poder adquirir la fortuna de las galletas se debe ingerir la misma completamente incluido el lienzo en el que se encuentra la fortuna.

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