El atleta estadounidense, Mike Powell, en el Campeonato del mundo de Tokio de 1991 batió el récord mundial de salto de longitud con una marca de 8 metros y 95 centímetros.

El salto de longitud es una de las pruebas de atletismo que comenzó en los primeros juegos de la edad moderna en Atenas 1896 aunque ya se practicaba en la antigüedad pero incluido dentro del Pentatlón. Como en la mayoría de las pruebas de atletismo la evolución física y técnica del ser humano ha ido haciendo que el récord mundial de salto de longitud haya ido mejorando con el paso de los años aunque también es cierto que es una de las disciplinas donde se ha producido un estancamiento en la superación de las marcas en las últimas décadas ya que la plusmarca actual tiene una vigencia de 28 años.

Aquel mismo día para la historia Carl Lewis alcanzó la tercera mejor marca de todos los tiempos con 8.87. En un sólo día se consiguieron dos de las tres mejores marcas de la historia dejando entre ambas sólo los 8.90 de Bob Beamon.

En los Juegos Olímpicos de México'68, un atleta lo cambió todo en el salto de longitud. Con apenas 22 años, el estadounidense Robert 'Bob Beamon dio 19 zancadas, voló en el estadio Olímpico y aterrizó a 8,90 metros para superar por 55 centímetros la marca anterior.

Juan Miguel Echevarría, saltador cubano registró un vuelo no homologado de 8.83 metros en la reunión de Estocolmo de la IAAF en 2018 cuando aún no había cumplido 20 años.

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