Uno de los cinco grandes gobernantes de China, se llamaba Fu-Hi y era un apasionado inventor. Un bien día se le ocurrió apelmazar varias raíces duras hasta formar una masa de forma esférica, a la que luego recubrió con pedazos de cuero crudo.

Acababa de inventar la pelota, sin la cual el 70 por ciento de los deportes modernos no existiría. Lo primero que hizo con ella fue, sencillamente, jugar pasándosela de mano y riéndose mucho con aquel ejercicio que sólo practicaban los elegidos de la corte.

En la edad media hubo muchos caballeros obsesionados por los juegos con pelota, entre ellos Ricardo Corazón de León, quien llegó a proponerle al caudillo musulmán

Saladino, que dirimieran sus cuestiones sobre la propiedad de Jerusalén con un partidito.

Después de los chinos, los que adoptaron aquel elemento fueron habitantes de la India, enseguida los persas y los egipcios. Los persas, utilizaban un amasijo de cáñamo y grasa de oveja puesto a secar al sol para jugar a una especie de handball o balon mano. Con el paso de los siglos, llega a los griegos quienes llaman a ese divertido objeto "esfaira", de donde deriva luego al mundo latino con el nombre de "esfera".

Marco Aurelio, Julio César, Augusto y Catón el Censor se contaban entre ellos.

Homero y Herodoto, los dos grandes historiadores, mencionan en sus obras la popularidad de estos juegos. Los romanos ya no hablablan de "esfaira", sino de "pila", con el tiempo se transformaría en "pilotta", llegando a nosotros como "pelota".

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