Spurius Ligustinus fue un soldado romano de origen sabino y centurión en el ejército romano durante el siglo II a. C. Al término de sus servicios en el ejército se convirtió en el soldado más laureado de Roma.

Su primer combate fue contra las temibles falanges macedonias, en el marco de las Guerras Macedonias. Tras tres años en la legión es promovido por méritos de guerra a centurión de la 10ª manipulus de los lanceros. Cuando los macedonios caen fue desmovilizado, y partió voluntario a Hispania (195 a.C.).

Durante la campaña en Hispania, fue ascendido de nuevo a centurión de la 1ª centuria de lanceros, de nuevo por su valor. Tras Hispania, se ofreció voluntario para luchar contra los etolios conducido por el rey Antíoco III el Grande, en el ejército formado por Manius Acilius Glabrio (191 a.C.). Aquí fue ascendido a centurión de la 1ª centuria de los veteranos príncipes.

Hacia el año 182 a. C. realizó dos campañas más en Hispania, luego, Quinto Fulvio Flaco le ofreció ir a Roma para presentar los triunfos debido a su valentía. Tras su paseo por Roma, Tiberio, requirió su presencia en Hispania, siendo nombrado primer centurión de la 1ª centuria de triarios.

Tras 22 años de servicios, al ser considerado el mejor soldado de toda Roma se presentó una solicitud para darle un último ascenso. El Senado aprobó su ascenso a Primus pilus, rango máximo que un soldado raso podía alcanzar en el ejército romano de entonces.

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