Sinesio de Cirene, fue un orador, filósofo y clérigo griego. Nació en Cirene, en el año 370 y murió en Ptolemaida en el año 413. Fue el discípulo más famoso de la escuela neoplatónica alejandrina (390-395).

Luego se le envió a Constantinopla a pedir protección contra las tribus bereberes (399-402), y más tarde, vuelto a la patria, cooperó en la defensa de la misma. Se convirtió al cristianismo y es exiliado a Ptolemaida, donde fue elegido obispo contra su voluntad en el año 411.

De su brillante actividad conservamos diversas obras: Dión o El examen de sí mismo, Los egipcios o De la Providencia, Encomio de la calvicie, Himnos, el importante Epistolario, que aporta valiosos datos sobre su época, y varios Discursos, entre ellos uno Sobre la realeza, pronunciado ante Arcadio en 399.

El conjunto de su obra lo acredita como escritor meritorio y con una verdadera inspiración poética y también como un cristiano enamorado de la filosofía e intensamente influido por el platonismo.

Este último aspecto llegó a provocar dudas respecto de su fe, incluso en épocas recientes; en realidad, Sinesio procuró conciliar la filosofía con la religión.

Los últimos años de su vida se vieron amargados por una serie de infortunios: una nueva invasión de su patria y la pérdida de sus tres hijos. Durante esta fase final su actividad literaria disminuyó, por tal razon no ha llegado a nosotros su último poema sobre la caza.

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