Pintado hacia 1887, "Puesto de flores" es un óleo sobre lienzo de 71 x 55 cm obra de la pintora española María Luisa de la Riva (1859-1926).

Este lienzo es la composición más ambiciosa de una de las pintoras que disfrutó de mayor reconocimiento público en la España del siglo XIX. Especializada en la pintura de flores, luchó por alcanzar la fama, logrando desvincularse como artista de su marido, el también pintor Domingo Muñoz Cuesta.

A pesar de su exitosa carrera, a veces se la siguió tratando como aficionada. Esto la sitúa como una de las protagonistas del primer gran episodio de profesionalización de las mujeres pintoras en la península.

De la Riva, que no acostumbró a introducir figuras humanas en sus composiciones, pinta aquí a una florista que posa ante su exuberante mercancía y a la que representa como un tipo popular muy cercano al costumbrismo. Aunque alejada aún en esta obra del lenguaje y del mensaje propios del realismo social en boga, la incorporación de una florista permitió sin embargo a la autora llamar la atención sobre los modestos empleos a los que estaban abocadas las mujeres no profesionalizadas y necesitadas de dinero, enmarcándose así en la línea en la que, casi simultáneamente, apuntaba Pardo Bazán en algunos de sus escritos.

Otras obras de la artista que se conservan en el Museo del Prado son: "Uvas y granadas". Óleo sobre lienzo, 165 x 118 cm​; "Flores y frutas". Óleo sobre lienzo y "Uvas de España". Óleo sobre lienzo, 117 x 166 cm.

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