Hermine Braunsteiner (16 de julio de 1919 Viena, Austria -19 de abril de 1999 Bochum, Alemania), fue una de las "afortunadas" ya que no siempre la justicia condena a quienes cometen delitos del calibre que entrañan los crímenes de guerra, Fue la primera criminal de guerra nazi extraditada por los Estados Unidos.

Era una mujer alta, rubia, de ojos azules que entre 1937 y 1938 trabajó en Inglaterra en la casa de un ingeniero estadounidense. La unificación de Alemania y Austria (Anschluss), la convirtió en ciudadana alemana y regresó a Viena.

Trabajó en las fábricas de aviones Heinkel, buscando una ocupación con mejor paga se presentó como supervisora de prisioneros en Ravensbrück.

Célebre por su sadismo en los campos de concentración de Ravensbrück y Majdanek, desplegó sus malas artes contra mujeres y niños ensañándose con ellos a patada limpia. Esa crueldad terminaba generalmente con la muerte de sus víctimas. De ahí́ que la conozcan como la "Yegua". Una de sus patadas podía dejar fuera de combate a cualquiera. En 1943 recibió la cruz del mérito de guerra de segunda clase.

Muchas sobrevivientes del centro de internamiento relataron durante el juicio cómo en una ocasión había matado de un tiro en la cabeza a un nene al que su padre pretendía ocultar, o disfrutaba propinando severos latigazos en el rostro de sus prisioneros. Pese a los crímenes que se le imputaron (200.000), la nazi quedó libre tras varios errores judiciales y deportada a Alemania donde falleció.

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