Fernando Daquilema fue un líder indígena ecuatoriano, considerado un héroe por la lucha de los derechos de su pueblo, nació en 1848, su padre fue Ignacio Daquilema, quien trabajaba en la hacienda Tungurahuilla y su madre era María Ruiz, ambos descendientes de la etnia Puruhá. Daquilema se casó con Martina Lozano, se desconoce si tuvieron descendencia.

Entre los años 60 del siglo XIX, se produjo una sobreexplotación de la fuerza de trabajo de los indígenas de la jurisdicción del cantón Riobamba. La parroquia de Yaruquíes, donde se gestó la sublevación de Fernando Daquilema, fue de las que más sufrió una drástica reducción de sus habitantes y uno de los mayores incrementos proporcionales en el pago del diezmo, entre 1870 y 1873.

El 7 de abril de 1872, Daquilema fue condenado al fusilamiento y un testigo firmó por él, era iletrado, diciendo que estaba conforme con la pena. Enseguida lo llevaron en procesión a la capilla para que pasara su última noche. A las once los pregoneros anunciaron la sentencia por bando, luego sacaron al reo, que marchó con dos sacerdotes a sus lados. Le ataron los pies y manos, mientras en las colinas una muchedumbre indígena presenciaba de lejos la escena. Los tambores comenzaron a tocar, se retiró la escolta y el capitán le preguntó si quería alguna gracia o algo. Daquilema contestó “Manapi” que significa “nada o ninguna” en quichua y entonces comenzó un discurso dedicado a los indios, y a las 11 a. m. del 8 de abril, lo mataron a balazos.

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