James Albert Bond fue un espía británico destinado a Polonia en 1964.

Las similitudes y diferencias con el personaje de ficción que en el año 1954 dio vida por primera vez a una novela del escritor británico Ian Lancaster Fleming, el espía más famoso del cine, son muchas.

Hasta ahora, se pensaba que 007 estaba inspirado en el agente yugoslavo Dusko Popov, pero El Instituto de la Memoria Nacional de Polonia (IPN) ha revelado que un tal James Albert Bond trabajó en el país durante la Guerra Fría como agregado militar, enviado por el servicio secreto británico.

En ocasiones, la realidad supera a la ficción, aunque siempre se puede volver a ver las películas del agente secreto en 25 películas, varios documentales y un canal Bond en directo 24 horas.

Es 18 de febrero de 1964 y el verdadero Bond llega a Varsovia acompañado de su mujer y su hijo de seis años. Oficialmente ocupa el puesto de secretario en el archivo de la embajada británica. Tiene 36 años y es la primera vez que sale de Inglaterra. Bajo ese nombramiento se esconde otro fin: El espionaje.

Durante siete meses pasa desapercibido, pero en octubre y noviembre empieza a hacer expediciones a las instalaciones militares de Bialystok y Olsztyn, en el este del país, cerca de la frontera con la Unión Soviética donde se dedica a recopilar información de interés nacional.

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