Benedicto XIII fue el último Papa, del período conocido como Cisma de Occidente, elegido en Aviñón. Pedro Martínez de Luna y Pérez de Gotor, nacido en Illueca, en el por entonces Reino de Aragón, en 1328 y fallecido en Peñiscola en 1423, fue ordenado cardenal por Gregorio XI el 20 de diciembre de 1375 y conocido como el "Papa Luna".

Desde 1378, para no quedar expuestos a la inseguridad de Roma donde los Orsini y los Colomna se disputaban la ciudad, los Papas comenzaron a residir en Aviñón. Esta separación entre la residencia de los Papas y el resto de la estructura del Vaticano, derivó en la coexistencia de dos Papas, uno en Roma y otro en Aviñón durante 40 años.

Se llegó incluso a la increíble situación de existir tres Papas, Benedicto XIII en Aviñón, Gregorio XII en Roma y Alejandro V y su sucesor Juan XXIII en la ciudad de Pisa, donde se desarrolló el Concilio en 1409 que, con la intención de terminar con el cisma derivó en la aparición del tercer Papa.

Posteriormente se celebró el Concilio de Constanza, en 1414, tratando de resolver casi cuatro décadas de división eclesiástica. En este Concilio, Juan XXIII pierde legitimidad y Gregorio XII renuncia para lograr la reunificación; sin embargo, Benedicto XIII se niega a abdicar y se retira al castillo de Peñiscola donde traslada la sede de su pontificado. Pese a esto, el Concilio lo depuso y nombró a un nuevo y único Papa para toda la cristiandad, Martín V, dando así por concluido el Cisma de Occidente.

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