El último emperador de China fue Pu Yi (1906 -1967), que reinó entre 1908 y 1912 con el título de Emperador Xuantong. Perteneció a la dinastía Qing, que fue establecida en 1644 y se mantuvo hasta que el último mandatario fue obligado a abdicar en 1912. Cuando contaba únicamente con 3 años fue nombrado emperador de la dinastía Qing, tras morir su tío el Emperador Guangxu.

Al ser menor de edad, la conducción de los asuntos del gobierno quedó en manos de su padre, el príncipe Chun, hasta 1912, año en el que se vio obligado a abdicar ante la Revolución china de 1911, encabezada por Sun Yat-sen. Este golpe supuso el fin del gobierno imperial y el establecimiento de la república.

El Emperador Xuantong retuvo su título y se le permitió continuar viviendo en la mitad norte de la Ciudad Prohibida. En 1932, los japoneses lo nombraron presidente de Manchuria y entre 1934 y 1945 fue su emperador.

Cuando los ejércitos de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas invadieron Manchuria, fue puesto a disposición de las autoridades tanto soviéticas como chino-comunistas, que finalmente colocaron a Pu Yi en la prisión de Fushun, donde permaneció entre 1949 y 1959.

Tras su liberación, Pu Yi trabajó en el Jardín Botánico y como archivista de la Biblioteca Nacional de Pekín hasta su muerte, el 17 de octubre de 1967.

El cineasta italiano Bertolucci hizo una exitosa película, "El último emperador", que dio a conocer al mundo occidental la vida de este personaje.

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