Según los textos bíblicos, Josué fue el sucesor de Moisés en las campañas militares llevadas a cabo por los hebreos en la conquista de Canaán.

Era hijo de Nun, de la tribu de Efraín. Nació en Egipto y tenía probablemente la misma edad que Caleb, con quien suele relacionársele.

Participó en los acontecimientos narrados en el Éxodo como ayudante de Moisés. Fue el comandante de los israelitas en la batalla contra los amalecitas en Refidín.

Se convirtió en el lugarteniente de Moisés, y lo esperó a mitad de camino cuando éste subió al Monte Sinaí a recibir los Diez Mandamientos.​

Fue también uno de los doce exploradores enviados por Moisés a la tierra de Canaán y el único, junto con Caleb, en traer un informe alentador.

Su nombre original era Osea u Oseas y Moisés le puso el nombre de Josué, cuyo significado en hebreo es "Yahveh salva" o "Yahveh de salvación", y de hecho Yahveh lo elige para realizar la conquista de la tierra prometida.

A causa de los éxitos de Josué, los hititas, amorreos, cananeos, pereceos, jebeos y jebuseos establecieron una alianza contra los israelitas.

Los gabaonitas consiguieron evitar ser exterminados por los israelitas gracias a una estratagema. Josué venció a continuación a una alianza de cinco reyes amorreos que pretendían atacar a los gabaonitas; durante la batalla.

Tras la victoria, Josué ejecutó personalmente a los cinco reyes. A continuación Josué conquistó las ciudades de Maquedá, Libná, Laquis, Eglón, Hebrón y Debir.

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