David (1040-966 a.C.) es un personaje de la Biblia, su vida y obra se describen en los libros de Samuel y las Crónicas, mientras su ancianidad y su muerte se narran al comienzo de I Reyes. En el idioma hebreo, su nombre David significa “el amado”, “el elegido de Dios”.

Según los escritos sagrados fue sucesor de Saúl siendo el segundo monarca del Reino Unido de Israel, quien lo expande significativamente 3​ hasta controlar las ciudades de Jerusalén, Samaria, Petra, Zabah y Damasco.

También, la historia lo recuerda por haber sido el padre de otro rey importantísimo para el pueblo hebreo como fue Salomón.

El Reino de Israel aparece muy referenciado en la Biblia y se lo divide en dos períodos, por un lado el llamado reino unido y conocido formalmente como Reino de Israel en el que gobernaron Saúl primero, luego David y finalmente su sucesor e hijo Salomón.

Mientras que el segundo período se caracteriza por la ruptura del reino inmediatamente anterior y que solo contó con la parte norte del primer Reino. Finalmente este reino sería conquistado y destruido por el imperio asirio.

Cristianos, judíos e islamistas admiran y veneran a este rey por la importancia que supo desplegar en su tiempo y también por la influencia religiosa de su figura en estas religiones.

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