Cécrope I fue el primer rey de Atenas. Se dice que nació de Gea, por lo que se le cuenta como uno de los autóctonos griegos. Su nacimiento era la causa de que la parte inferior de su cuerpo tuviera forma de serpiente.

Su reinado duró 49 o 50 años, a lo largo de los cuales enseñó a su pueblo a construir con madera, a cultivar la viña, a enterrar a los muertos, la institución del matrimonio, e incluso se le atribuye la invención de los censos. A él se le debe la división política del Ática en doce comunidades. Cécrope instituyó el culto a Zeus Supremo, prohibió que se le ofrecieran sacrificios humanos y los sustituyó por ofrendas de tortas de cebada.

En algunas versiones, Cécrope aparece como árbitro o juez en la lucha entre Atenea y Poseidón por las tierras del Ática. Ambos dioses querían ser las divinidades principales de la ciudad de Atenas, por lo que entablaron una contienda en la cual Poseidón abrió con su tridente una fuente de agua salada en la Acrópolis (versiones tardías dicen que hizo surgir un caballo), a lo que Atenea respondió plantando un olivo.

Como Cécrope estuvo presente mientras la diosa plantaba el árbol, y por otra parte nadie podía probar que Poseidón fuera el que abriera la fuente, la ciudad fue adjudicada entonces a Atenea. El cecropio era la tumba de este rey y se encontraba junto al pórtico de las cariátides (figura femenina esculpida, con función columna), en el recinto del Erecteón, en la Acrópolis de Atenas.

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