El Himno de Chile que se interpreta en la actualidad con fines oficiales asegura a los chilenos que el mar que baña pacíficamente un Chile puro les promete un futuro de esplendor bajo un cielo azul. El coro reitera a la dulce patria una clara ofrenda que deja a la libertad como la única opción: "o serás la tumba de los libres, o el refugio contra la opresión".

Esta versión oficial del himno es sólo un breve fragmento de la versión completa, que Eusebio Lillo escribió en 1847, y que fue adoptado el 17 de septiembre de ese año, como un sustituto más brillante a un épico himno anterior de diez versos cuyo contenido íntegro hace una dramática referencia a la sangrienta guerra de la nación por la independencia de España y apela a la susceptibilidad anti-española. El estribillo actual es del poeta argentino Bernardo de Vera (1819), vestigio de aquel primer himno.

La música que apoya la letra del Himno Nacional chileno también sufrió cambios muy pronto. El músico chileno Manuel Robles compuso la primera versión en 1819. Varios años más tarde, después de algunas críticas desfavorables en Gran Bretaña sobre la composición de Robles, el Ministro de Chile en Londres pidió al compositor español Ramón Carnicer que creara una nueva versión, versión que todavía se utiliza hoy en día en el himno chileno.

Tanto el himno de Carnicer como el texto de Lillo debieron vencer una fuerte resistencia popular antes de imponerse sobre sus antecesores.

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