Kali es uno de los seres más violentos de toda la religión hindú. Es la deidad que representa la muerte y la destrucción.

Su nombre deriva de la palabra india de negro, que tiene un significado de oscuridad o de movimiento hacia la muerte.

El origen de esta diosa tuvo lugar en el entrecejo de la deidad Durga, que es considerada como la diosa madre de los dioses de la India. Su nacimiento se originó cuando la diosa madre luchaba contra las fuerzas malvadas y, al nacer tuvo de luchar contra los demonios junto a su madre.

El ataque de Kali contra las fuerzas del mal solo pudo ser detenido por el dios Shiva, hecho que logró una sólida relación entre los dos dioses, con el tiempo acabaron casándose.

Kali tiene los ojos de color sangre, líquido que rodea todo su cuerpo como si se encontrara en lucha. Tiene cuatro brazos, dos de ellos hacen el símbolo de no tener miedo, en otro lleva una espada lista para la lucha, en el otro una cabeza de demonio para simbolizar la lucha contra estos.

Tiene muchos poderes relacionados con la guerra, estos poderes son los siguientes: representa el ciclo de vida, siendo al mismo tiempo el final, muerte y destrucción, pero también la vida y el nacimiento; representa el poder femenino que no deja de ser la contraparte del masculino que es representado por su marido Shiva; es la devoradora del tiempo con tres ojos que ven los tres tiempos al mismo tiempo; es capaz de destruir cualquier consciencia falsa y lograr el equilibrio en el mundo.

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