A Philip Astley se le atribuye ser el padre del circo moderno cuando abrió el primero en 1768 en Inglaterra. Fundó una escuela de equitación que, en poco tiempo, fue incorporando en sus espectáculos de jinetes, acróbatas, bailarines de cuerda y malabaristas para amenizar las actuaciones. El payaso también amenizaba los descansos con bailes, volteretas y malabares. En ese momento, había nacido ya el circo moderno.

A posteriori, en 1782, se inauguró el primer circo en París, el Amphithéâtre Anglois. Pocos meses después, uno de sus discípulos abrió la Royal Circus and Equestrian Philharmonic Academy en Londres. En 1792, el ecuestre inglés John Bill Ricketts abrió el primer circo americano en Filadelfia y más tarde inauguró otros en Nueva York y Boston.

En 1836, el ecuestre británico Thomas Cooke visitó EEUU y trajo de vuelta a Inglaterra la carpa de circo estadounidense -una tienda de campaña ambulante unida a un zoológico y dirigida por hombres de negocios-, un modelo muy diferente al de los circos europeos, que en su mayor parte permanecieron bajo el control de las familias que representaban.

En 1871, William Cameron Coup y el showman P.T. Barnum abrieron un enorme circo en Brooklyn, The Greatest Show on Earth.

En 1884, los cinco hermanos Ringling organizaron su primer circo y pronto adquirieron otras compañías, entre ellas Barnum y Bailey, que compraron en 1907. Durante las tres décadas siguientes, Ringling Brothers y Barnum & Bailey Combined Shows triunfaron.

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