En la mitología griega, Procusto, también conocido como Damastes, cuyo nombre significa el estirador, era bandido del Ática,península de Grecia, hijo de Poseidón, dios de los mares, de enorme estatura y fuerza.

Procusto se caracterizó por su comportamiento amable, complaciente y afectuoso hacia los viajeros, a quienes les ofrecía hospedaje en su casa. Una vez en ella, los invitaba a descansar en su lecho de hierro y, mientras dormían, los amordazaba y amarraba en las cuatro esquinas de la cama para verificar si se ajustaban a la misma.

Si el viajante poseía una estatura mayor que el lecho, le serraba las extremidades inferiores o superiores,pies, brazos, cabeza). De lo contrario, le estiraba las piernas a martillazos hasta quedar a la altura del lecho. Con respecto a este punto, existen otras versiones, que afirman que Procusto tenía dos camas de diferentes tamaños, una larga y otra corta, y también de que poseía una cama con un mecanismo móvil que la alargaba o acortaba según su deseo.

Procusto muere cuando aparece Teseo, quien lo enfrenta y lo lleva a caer en una trampa, al lograr que Procusto se acostara en su propio lecho para comprobar si su cuerpo encajaba en él, y, cuando lo hizo, lo amarró a las cuatro esquinas y lo torturó para ajustarlo, tal como sufrieron los viajantes bajo su dominio.

Se aplica también a aquella falacia seudocientífica en la que se trata de deformar los datos de la realidad para que se adapten a la hipótesis previa.

Más información: es.wikipedia.org