El rey de Judea en el momento del nacimiento de Jesús era Herodes el Grande.

Herodes gobernó Judea desde el año 37 a.C. La Biblia dice que inició un asesinato de todos los niños de Belén en un intento de deshacerse del niño Jesús. El Nuevo Testamento lo retrata como un tirano, en cuyo reino nació Jesús de Nazaret.

Si bien Herodes ejecutó a una de sus esposas y a tres de sus hijos, también fue un prolífico constructor que renovó y amplió el Templo de Jerusalén, el lugar más sagrado del judaísmo. También ayudó a salvar los antiguos Juegos Olímpicos durante una crisis financiera.

Creó una nueva aristocracia prácticamente de la nada.​ La historia de su legado ha suscitado opiniones diversas, de académicos que consideran su reinado un éxito y de los que lo consideran un gobernante tiránico.

Judea es el antiguo nombre hebreo, griego y latino de la región montañosa ubicada en las tierras altas meridionales de la región histórica de Palestina. El topónimo deriva de la tribu y luego reino de Judá,​ y data de por lo menos la segunda Edad de Hierro (siglo IX a. C.).

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