El mito de Adonis es originario de la región de Fenicia y Judea, desde donde se extendió a todos los países del Mediterráneo con diversas modificaciones.

La versión más antigua conocida de este mito cuenta que Mirra (o Esmirna), hija de Tías (rey de Siria), fue objetivo de la ira de Afrodita, la cual le hizo desear una relación incestuosa con su propio padre. Él, engañado, cayó en el incesto y este fue consumado. Sin embargo, Tías, al darse cuenta de que había sido engañado, persiguió a su hija con un cuchillo para darle muerte. Mirra huyó e imploró la protección de los dioses, los cuales la transformaron en árbol para protegerla (el árbol de la mirra). Diez meses después surgió un niño de debajo de la corteza de este árbol, cuyo nombre sería Adonis.

Cuando Adonis nació, era un bebé tan hermoso que Afrodita quedó hechizada por su belleza, así que lo encerró en un cofre y se lo dio a Perséfone para que lo guardara, pero cuando ésta descubrió el tesoro que guardaba quedó también encantada por su belleza sobrenatural y rehusó devolverlo

La disputa entre las dos diosas fue resuelta por Zeus, quien decidió que Adonis pasase cuatro meses con Afrodita, cuatro con Perséfone y los cuatro restantes del año con quien quisiera. Adonis sin embargo prefería vivir con Afrodita, pasando también con ella los cuatro meses sobre los que tenía control.

El nombre «adonis» ha pasado al lenguaje como un sustantivo que se usa para referirse a un hombre joven extremadamente atractivo.

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