Juan de Bethencourt fue un noble y explorador francés que dio inicio a la llamada conquista señorial de las Islas Canarias. Logró tomar Lanzarote, Fuerteventura y El Hierro. El relato de su expedición se recoge en la crónica "Le canarien", "El canario".

En mayo de 1402, Béthencourt y La Salle zarparon rumbo a Lanzarote, a la que conquistaron y desde donde hicieron expediciones a El Hierro, en 1405 derrotaron a los indígenas locales, los bimbaches, y Fuerteventura donde desembarcaron en 1402 y conquistaron a los majoreros. Mientras, iban comenzando los contactos con la Corona de Castilla en busca de una financiación que les permitiera nuevas expediciones.

Posteriormente, en 1450, Díaz de Pedraza conquistó otra de las islas, La Gomera. Con la firma del Tratado de Alcaçovas-Toledo, Portugal y Castilla acordaron el reparto de las posesiones atlánticas, de modo que el Reino de Portugal se quedó con las Madeira, Azores y Cabo Verde, mientras que la Corona de Castilla se quedó con las Islas Canarias. 1478 fue el año de la incorporación de las Canarias a la Corona de Castilla.

En 1478, los indígenas derrotaron a los castellanos al mando de Juan Rejón que fue sustituido por Pedro de Vera quien, consiguió matar a Doramas y detener a Semidán en 1483, año de la conquista definitiva de Gran Canaria.

Tenerife fue la última de las islas en caer bajo el mando castellano y, la que más resistencia ofrecería. La isla, habitada por unos 300.000 guanches, resistió hasta 1496.

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