Centro Histórico de la Ciudad de México, está lleno de joyas arquitectónicas, como el Gran Hotel de México, el cual alberga uno de los íconos de arte más importantes de la ciudad: el vitral de Tiffany.

Con más de 20 mil piezas de vidrio de colores, el vitral de Tiffany fue diseñado por el francés Jacques Grüber, uno de los artistas más destacados de la Escuela de Nancy, quien utilizó la técnica de “rompecabezas” para armar esta monumental pieza.

Debido a sus dimensiones con tres cúpulas, plafón de hierro y vidrio multicolor, se consideró como el vitral más grande de América y el cuarto más grande del mundo.

Aunque fue armado en Francia, el vitral se trajo a México hasta 1906. Debido a sus dimensiones con tres cúpulas, plafón de hierro y vidrio multicolor, se consideró como el vitral más grande de América y el cuarto más grande del mundo.

Bajo el estilo Art Nouveau, este vitral se caracterizó por el uso de formas vegetales abundantes y entrelazadas, coloridas, con guirnaldas reverberantes y hojas aisladas. Aunque este permitía el paso de la luz solar, se colocaron más de cien lámparas para iluminarlo en la noche.

Gracias a su elegancia, monumentalidad y juegos de luz de colores, este vitral se convirtió en el principal atractivo de la ciudad, ya que la entrada era gratis. Por ello, se convirtió en Patrimonio Cultural de la Nación, debido a que el Instituto Nacional de Bellas Artes lo consideró como una obra de arte.

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