¿Quién descubrió las ruinas de Troya en 1871?
Heinrich Schliemann (1822-1890) fue un millonario prusiano que, tras amasar una fortuna, se dedicó a su gran sueño: la arqueología. Estaba obsesionado con demostrar la base histórica de la Ilíada de Homero. En 1871 logró desenterrar, en la colina turca de Hissarlik, una ciudad de la Edad de Bronce. Sus increíbles hallazgos, entre los que destacan el del Tesoro de Príamo, con más de 8 000 piezas, dejaron boquiabierta a la comunidad científica, sobre todo a quienes le habían acusado de loco y aficionado.
Sus excavaciones en Hissarlik sacaron a la luz nueve ciudades superpuestas. La segunda de ellas, que él identificó con la Troya de Homero, resultó no ser la que buscaba. Sin embargo, años después de su muerte, su ayudante Wilhelm Dörpfeld demostraría que la Troya mítica podría ser la ciudad que habían encontrado en los niveles sexto y séptimo. Durante siglos se había buscado rastros de Troya. Pero nadie había encontrado pruebas de que el poema épico de Homero sobre la guerra troyana tuviera asideros reales.
El británico Frank Calvert ya había realizado excavaciones en la región. Ambos se conocieron por casualidad. Calvert era dueño de terrenos alrededor de Hisarlik, pero no tenía ya dinero para seguir cavando.
El valor del descubrimiento de Schliemann y su acierto en documentar por primera vez los hallazgos mediante fotografías le han convertido, en cierta manera, en un pionero para la arqueología.
Más información:
www.dw.com
ANUNCIO