El toro de Falaris es un instrumento de tortura cuyo nombre se atribuye a Falaris, tirano de Acragas, Sicilia, que murió en el año 554 a. C., Falaris fue conocido por ser un gobernante cruel y despiadado.

El toro de Falaris cuyo autor fue el artista Perilo, escultor ateniense que regaló el instrumento al tirano Falaris. Su famosa obra consistía en una inmensa escultura hueca de bronce que representaba la figura de un toro de tamaño natural. Pero, ¿Qué daño podía hacer una escultura de esas características? Muy sencillo.

Uno de sus lados se abría a modo de puerta con el tamaño suficiente para introducir el cuerpo de una persona adulta de estatura normal. En la base de la escultura, se situaba una hoguera con lo que se calentaba el interior del artefacto y lo que en su interior se encontraba. El toro en si cumplía la función de horno. No obstante, ¿Qué clase de instrumento de ejecución sería si no puedes escuchar los gritos de las víctimas? Pues, para cumplir ese objetivo, en su interior se colocaría un artilugio que cumplía dos funciones: Primero la de permitir a la persona del interior respirar, y segundo, la de producir sonidos, mediante los alaridos y gritos de la víctima, que imitaran los mugidos del toro.

Cuenta la leyenda que la primera víctima en sufrir esta cruel muerte fue el propio escultor, Perilo, ya que Falaris decidió probar su nuevo instrumento con el artista.

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