En febrero de 1915, el rey Jorge V autorizó "la formación de un regimiento de guardias a pie, que se denominará Guardia Galesa". Su insignia, que se lleva en el sombrero, tiene forma de puerro, uno de los símbolos de Gales.

El puerro fue usado por primera vez por los soldados durante las batallas contra los sajones en el siglo V d.C. para diferenciar a los soldados galeses del enemigo. El símbolo se volvió a llevar durante la batalla de Agincourt (1415), y, desde entonces, el puerro se convirtió en símbolo de guerra, valentía y victoria.

El 1er Batallón de Guardias Galeses se formó con 400 soldados, en su mayoría galeses, que se trasladaron voluntariamente desde otros regimientos. Más tarde, ese mismo año, viajaron a Flandes para unirse a la 3ª Brigada de Guardias en varias batallas de la Primera Guerra Mundial.

A pesar de que la tierra estaba sembrada de cadáveres, los Guardias Galeses siguieron marchando con sus insignias brillando en sus sombreros. Su valentía y su experta disciplina se convirtieron en leyenda durante la guerra.

A pesar de ser un blanco fácil en su marcha hacia las líneas de batalla, los guardias galeses mantuvieron la compostura, aunque perdieron a cinco de sus principales oficiales por el fuego de las ametralladoras. Gracias a su tenacidad, los británicos pudieron asegurar su posición en Loos, donde derrotaron a los alemanes en la batalla.

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