La taseografía, taseomancia o tasomancia era un método de predicción en el cual el adivino, o intérprete, se servía de los posos del té, vino o café para investigar acerca de las cuestiones más cruciales respecto del porvenir.

Para interpretar y dar un sentido lógico a las diferentes figuras que aparecen en el fondo de la taza, es necesario un alto grado de concentración y tener una gran imaginación e instinto. No obstante, también se puede echar mano del diccionario de símbolos más comunes.

Por ejemplo, la imagen de una abeja representa buenos augurios, buenas noticias y posibilidades de lograr en la vida todo aquello que se hubiera propuesto el consultante. Así mismo, una avestruz indica la posibilidad de realizar viajes.

Una cruz, por su parte, anuncia mala salud y dificultades de recuperación a causa de un decaimiento debido a una enfermedad. Si en la imagen aparecen con nitidez dos cruces, entonces es señal de que el consultante vivirá durante mucho tiempo y logrará ascender en la escala social.

La historia de esta disciplina se remonta a miles de años en China, en donde se desarrolló hasta llegar a considerarse como un arte y una ciencia místicos.

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