Oliver Cromwell (1599-1658) fue un líder político y militar inglés. Convirtió a Inglaterra en una república denominada Mancomunidad de Inglaterra.

Fue el principal protagonista de la Guerras Civiles inglesas que llevarían a la ejecución del rey Carlos I y a la instauración de la República (1649-1653) y del Protectorado, durante el cual ejerció un poder absoluto como lord protector de Inglaterra.

El nuevo régimen de Cromwell se reveló un fracaso: el país era ingobernable, dividido en dos y el gobierno de Cromwell adquirió pronto tintes dictatoriales.

Suprimió la Cámara de los Lores y depuró del parlamento a todos los diputados fieles al rey, para hacerse proclamar más tarde Lord Protector del Reino de Inglaterra, Escocia e Irlanda, desde 1653 hasta su muerte.

Ferviente puritano, confirió una rígida impronta a su gobierno, recurriendo con frecuencia al ejército para apaciguar las revueltas. Entre todos los actos de violencia cometidos, cabe recordar la represión de la revuelta de los católicos irlandeses, fieles a la monarquía, a quienes se les expropiaron las tierras para otorgárselas a ciudadanos ingleses.

A su muerte, la República se vio inmersa en un período de caos, que acabó con la restauración de la monarquía en la persona de Carlos II de Inglaterra por parte del Parlamento. El monarca ordenó la exhumación del cadáver del hombre que había firmado la sentencia de muerte de su padre, para cortarle la cabeza y exponerla en la torre de Londres.

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