Los vientos alisios soplan de manera relativamente constante en verano (hemisferio norte) y menos en invierno. Circulan entre los trópicos, desde los 30-35º de latitud hacia el ecuador. Se dirigen desde las altas presiones subtropicales, hacia las bajas presiones ecuatoriales.

El movimiento de rotación del Planeta Tierra desvía a los alisios hacia el occidente, y por ello soplan del noreste (NE) al suroeste (SO) en el hemisferio norte y del sureste (SE) hacia el noroeste (NO) en el hemisferio sur. Las épocas en las que los alisios soplan con menor intensidad constituyen un peligro, especialmente para los veleros.​

Los vientos alisios junto a las masas de aire caliente de las zonas ecuatoriales, forman parte de la circulación de Hadley, en la que se transporta el calor desde las zonas ecuatoriales hasta las subtropicales reemplazando el aire caliente por aire más frío de las latitudes superiores y reenviándo de nuevo este último a las regiones tropicales. Es precisamente en este último fenómeno donde entran en acción los vientos alisios.

Como ya se ha dicho, la rotación terrestre es la que produce la desviación hacia el occidente de estos vientos, efecto que se conoce como la fuerza Coriolis, cuyo nombre procede de Gaspard Coriolis, un científico francés que describió los mecanismos de este proceso.

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