El ultravioleta (UV) es una forma de radiación electromagnética con una longitud de onda más corta que la de la luz visible, pero más larga que la de los rayos X.

La radiación UV está presente en la luz solar y constituye aproximadamente el 10% de la radiación electromagnética total emitida por el Sol. También la producen los arcos eléctricos, la radiación Cherenkov y las luces especializadas, como las lámparas de vapor de mercurio, las lámparas de bronceado y las luces negras.

La luz ultravioleta de onda corta daña el ADN y esteriliza las superficies con las que entra en contacto. Para los seres humanos, el bronceado y las quemaduras solares son efectos familiares de la exposición de la piel a la luz ultravioleta, junto con un mayor riesgo de cáncer de piel.

La cantidad de luz UV producida por el Sol significa que la Tierra no podría sustentar la vida en tierra firme si la mayor parte de esa luz no fuera filtrada por la atmósfera.

Los rayos UV "extremos", más energéticos y de menor longitud de onda, por debajo de los 121 nm, ionizan el aire con tanta fuerza que son absorbidos antes de llegar al suelo.

Sin embargo, la luz ultravioleta (concretamente, la UVB) también es responsable de la formación de vitamina D en la mayoría de los vertebrados terrestres, incluido el ser humano. Así pues, el espectro UV tiene efectos tanto beneficiosos como perjudiciales para la vida.

Más información: es.wikipedia.org