Una microrráfaga es una pequeña tormenta de viento potencialmente peligrosa, en la que una columna de aire que se hunde (corriente descendente) desciende del núcleo de una tormenta y cae en picado hacia la tierra, creando una salida de vientos de alta velocidad.

Si la tormenta está acompañado de fuertes lluvias o granizo, la tormenta se denomina "húmeda". Si la precipitación se evapora antes de llegar al suelo, se denomina "seca".

Como sugiere su nombre, las microrráfagas son bastante pequeñas y abarcan un área de menos de 4 km de ancho. También son de corta duración, por lo general de entre 5 y 10 minutos.

Son muy peligrosas, en especial, para la aviación a baja altura. Una aeronave que está despegando o aterrizando, se encontrará repentinamente con vientos de cola, que pueden provocar una mayor pérdida de altura y ser suficiente para hacer que el avión se pare.

Una vez atrapado en una corriente descendente, sólo es posible escapar volando en línea recta. Si la aeronave está en una curva en ese punto, entonces la velocidad de pérdida será mayor, posiblemente empeorando la situación.

Se han registrado varios accidentes de aeronaves que, al no poder alcanzar la altura de vuelo, caen a tierra empujados por los intensos vientos.

Son muy difíciles de predecir, ya que se pueden presentar en cualquier época del año y del día, pero ocurren más frecuentemente en verano y primavera. Las húmedas son más comunes en áreas de montañas.

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