El sai (釵) es un arma de origen asiático pero preservada en su manejo en okinawense. Se cree que fue una herramienta agrícola que se convirtió en arma, pero también se afirma que evolucionó desde un principio como un arma.

Su forma básica es la de una daga sin filo pero con una aguda punta, con dos largas protecciones laterales también puntiagudas, unidas a la empuñadura. Los sai se construyen de variadas formas, en algunos, la punta central es redonda y lisa, mientras que otros es octagonal.

La utilidad de los sai como arma se debe a su característica forma. Tradicionalmente, los sai se llevaban en la cintura, dos a los lados, como armas primarias, y un tercero guardado detrás, para lanzarlo o reemplazar uno que hubiera sido arrebatado, o perdido.

Los sai se usan hoy día como arma defensiva, se pueden bloquear golpes y atacar de forma punzante usando la aguda punta central o golpeando de forma contundente con la parte lateral de la punta central o con la base de la empuñadura. También pueden usarse como arma arrojadiza, teniendo un radio de acción mortal de alrededor de 3 m.

Se ha reconocido al Sai la virtud de facilitar el mejoramiento de la postura y del equilibrio, básicos para todo karateka, ya que los movimientos son paralelos y su manejo requiere habilidad y entrenamiento constante. Por otro lado, su práctica desarrolla flexibilidad en ambas manos, muñecas y antebrazos. Requiere una perfecta coordinación de ejercicios avanzados.

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