Centralia, ubicado en Pensilvania, Estados Unidos, es un pueblo denominado "fantasma", llamado así por ser un lugar despoblado y olvidado. Donde sus habitantes han tenido que emigrar a otros lugares por causas mayores.

En 1980, tenía algo más de 1.000 habitantes, en el año 2013 quedaban sólo 7, la ciudad se ha convertido en un bosque desolado y bajo tierra. Hace 56 años ocurrió un incendio, cuyas llamas devoraron el pueblo, sus habitantes tuvieron que abandonar la ciudad.

Centralia, es un extraño paraje, una urbe fantasmal, con edificios abandonados y carreteras con grandes boquetes, una ciudad sin vida.

En su apogeo, era un centro minero que producía carbón, el hogar de casi 3,000 personas, aunque hoy la población de sus cementerios supera largamente a la de sus residentes vivos.

La trágica historia empezó en 1962, momento en que la mayor parte de las minas habían cerrado y se vivía un declive económico. Un grupo de trabajadores quemaron bastante basura en el interior de una de las minas abandonadas, que servía como vertedero de la ciudad.

Ocurrió que una veta expuesta de carbón antracita (un mineral altamente inflamable), se incendió inesperadamente por el fuego de la basura, originando el incendio que se expandió rápidamente. Durante décadas han tratado de apagar el fuego sin resultados.

Los expertos señalan que hay suficiente carbón para alimentar las llamas durante 250 años mas y se necesitarían 600 millones de dólares para su recuperación.

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